Guterres explica su proyecto para liderar la ONU con la prevención como pilar

Agência EFE

El portugués António Guterres apostó hoy por la “cultura de prevención” como estrategia a seguir en la ONU en los próximos años, en el documento en el que detalla los ejes de su candidatura a la secretaría general de Naciones Unidas.

El documento, bajo el título “Retos y Oportunidades para las Naciones Unidas”, repasa las líneas maestras de Guterres en caso de ser el elegido para dirigir el organismo y suceder al surcoreano Ban Ki-moon, cuyo segundo y último mandato acaba a finales de este año.

“El mundo gasta mucha más energía y recursos en gestionar crisis que en prevenirlas. Por eso, la ONU debe apoyar un acuerdo estratégico para implementar una “cultura de la prevención” que fue prometida en 2005 pero que todavía está por materializar”, argumenta Guterres, quien lideró el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) durante una década (2005-2015).

La importancia de la prevención es una de las claves de su proyecto en el que incluye acelerar la actividad diplomática por la paz para que Naciones Unidas “ejerza su capacidad de mediación” antes de que los conflictos estallen.

En este capítulo destaca la lucha contra el terrorismo y considera que, aunque “la fuerza debe ser usada cuando sea necesario”, la prevención puede ayudar a ganar una batalla “que también es de valores”.

Para prevenir la intolerancia, el extremismo y la radicalización, apuesta por “promover la inclusión, la solidaridad y la cohesión de sociedades multiétnicas, multiculturales y multireligiosas como mejor antídoto contra el racismo, la xenofobia, la islamofobia y el antisemitismo”.

“Los más vulnerables, como las mujeres y los niños, son la prioridad absoluta. Debemos certificarnos de que cuando alguien ve la bandera azul pueda decir: Estoy protegido”, defiende el político portugués en el documento que hoy hizo público.

En este sentido, Guterres citó casos de abusos sexuales y otros escándalos protagonizados por “cascos azules” y funcionarios en diferentes operaciones que dañan la reputación del organismo.

“Hay que imponer los más altos estándares éticos a todo aquel que sirva bajo la bandera de la ONU, y en particular, elevar el prestigio de los cascos azules (…) erradicando, de una vez por todas, las conductas explotadoras y abusivas de aquellos agentes de la ONU que no representan lo que la organización simboliza”, incide.

Guterres, antiguo líder del Partido Socialista luso y primer ministro del país entre 1995 y 2002, hace hincapié en cómo la globalización, el progreso tecnológico, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza en las últimas décadas no ha evitado que exista una “desigualdad extrema”.

Para el diplomático, es el momento también de colocar a la ONU “en la línea de frente del movimiento global para la igualdad de género”, pasando de una percepción de la mujer como “sujeto de protección” a promover su empoderamiento.

La lucha contra el cambio climático, la mejora de la coordinación en la ONU, tanto a nivel interno como con empresas e instituciones, y la reforma del organismo para hacerlo menos burocrático y más eficiente, son otros puntos que componen su estrategia.

“En tiempos de inseguridad, cuando la gente ve con incertidumbre su futuro, cuando la ansiedad y los miedos son promovidos y explotados por políticos populistas, anticuados nacionalistas o fundamentalistas religiosos, el éxito de la ONU se basa en nuestro acuerdo sobre nuestros valores en común. Naciones Unidas debe estar orgullosa de su diversidad”, concluye Guterres.

EFE